viernes, 26 de junio de 2009

Del libro mas viejo de mi casa.

XXV
Antes de amarte, amor, nada era mio;
vacilé por las calles y las cosa;
nada contaba ni tenia nombre;
el mundo era del aire que esperaba.

Yo conoci salones cenicientos,
tuneles habitados por la luna,
hangares crueles que se despedian,
preguntas que insistian en la arena.

Todo estaba vacio, muerto y mudo,
Caido, abandonado y decaido,
todo era inalienablemente ajeno,

todo era de los otros y de nadie,
hasta que tu belleza y tu pobreza
llenaron el otoño de regalos.

XLIV
Sabrás que no te amo y que te amo
puesto que de dos modos es la vida,
la palabra es un ala del silencio,
el fuego tiene una mitad de frio.

Yo te amo para comenzar a amarte,
para recomenzar el infinito
y para no dejar de amarte nunca:
por eso no te amo todavia.

Te amo y no te amo como si tuviera
en mis manos las llaves de la dicha
y un incierto destino desdichado.

Mi amor tiene dos vidas para amarte.
Por eso te amo cuando no te amo
y por eso te amo cuando te amo.

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